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Hábitat

El diseño desde una mirada multiespecie


¿Cuál es el papel del diseño en un mundo en constante cambio? Incluso la forma en que los diseñadores vemos y comprendemos nuestro entorno se está transformando.

Para entender el diseño desde una perspectiva multiespecie, es necesario explorar la transformación histórica que ha tenido lugar a medida que el enfoque antropocéntrico —que consideraba al ser humano como el centro del universo— ha sido cuestionado. Durante mucho tiempo, todo lo que se diseñaba respondía exclusivamente a nuestras propias necesidades. No fue sino hasta el siglo XX que comenzaron a surgir voces críticas al antropocentrismo.

Uno de los primeros textos influyentes fue Silent Spring (1962), de Rachel Carson, que popularizó la idea de la fragilidad y complejidad de los ecosistemas, y nuestra dependencia de ellos. Este avance en el estudio de la ecología, sumado a la crisis planetaria actual, ha enriquecido muchas áreas del conocimiento. La ecología nos enseña que “todo lo que existe, coexiste; todo lo que coexiste, preexiste; y todo subsiste a través de una infinita red de relaciones”.

Al reconocer la interdependencia entre todos los seres, la ecología niega el “derecho” de los más fuertes y reafirma la importancia de cada elemento en el sistema. Aunque estos conceptos han estado presentes por décadas, siento que aún nos falta mucho por avanzar. Hemos asimilado términos como “sustentabilidad”, “sostenibilidad” y “ecoamigable”, pero todavía parece costarnos vernos como parte integral de un todo.

¿Qué significa para ti "coexistir"?
No estamos separados de la naturaleza: somos una parte más de un sistema interconectado.

Hábitat

El hábitat es el entorno natural o modificado donde todos coexistimos. Es el espacio que nos proporciona recursos esenciales como alimento, agua y refugio; un lugar propicio para nuestro desarrollo. Pero no se trata solo de la relación entre los organismos y su entorno físico, sino también de las interacciones que existen entre ellos.

Podemos afirmar que creamos hábitats en tanto diseñamos ciudades, refugios y recursos que propician nuestro desarrollo. Pero... ¿cómo podemos diseñarlos desde una perspectiva multiespecie?

Como diseñadores, podemos:

  • Analizar y comprender los sistemas afectados por nuestros proyectos.
  • Mejorar la forma en que nos relacionamos con otras especies.
  • Favorecer la interconexión de redes ecológicas.


A continuación, comparto tres conceptos clave de la ecología que han transformado mi forma de ver y entender el mundo que me rodea:

1. Multiescalaridad

Para analizar y comprender cómo impactan nuestras acciones desde una perspectiva multiespecie, es necesario considerar las múltiples escalas afectadas. Un ejemplo reciente son los incendios que han afectado varios países de Sudamérica durante 2024. Estos eventos muestran el impacto evidente en hábitats locales: pérdidas de hogares, recursos, animales y plantas, que se asocian tanto al cambio climático como a prácticas agrícolas y ganaderas. Este tipo de problemas requieren políticas internacionales que aborden las causas desde múltiples escalas.
Reflexión: ¿Cómo afectan nuestras decisiones diarias (nuestras leyes, lo que consumimos, nuestras rutinas) a las distintas escalas del entorno?
2. Ecotono

En su libro Habitar como un pájaro, Vinciane Despret cuestiona la forma de hacer y pensar el territorio, desafiando el concepto de límite o propiedad privada. Para la ecología, el límite no es una línea rígida, sino que tiene espesor.

La separación entre dos ecosistemas diferentes se denomina ecotono y, lejos de ser una división clara, puede ser un ecosistema en sí mismo. Por ejemplo, los bordes entre una ciudad y un humedal pueden convertirse en corredores de biodiversidad, refugios clave para especies que necesitan ambos entornos para sobrevivir.

¿Qué pasaría si diseñáramos nuestras ciudades pensando en estos "bordes vivos"?

3. Temporalidad

Todo está en constante cambio y transformación, incluso aquello que percibimos como fijo, inamovible y sólido, como una piedra. Algunas dinámicas temporales nos trascienden.

En ocasiones, las acciones o modificaciones en un hábitat tienen una repercusión inmediata, como la tala de un bosque. En otras, los impactos son lentos, acumulativos o cíclicos, como la presencia de ballenas en nuestra costa luego de 350 años.

Diseñar teniendo en cuenta estas temporalidades nos permite pensar en soluciones más sostenibles y duraderas.

Una mirada hacia el futuro

El paso de un enfoque antropocéntrico a uno ecológico representa un cambio profundo en cómo entendemos nuestro lugar en el mundo. Ya no somos los dueños del planeta, sino una especie más dentro de un complejo entramado frágil. Por ello, en un contexto multiespecie, el diseño no puede limitarse a satisfacer únicamente las necesidades humanas. Debe considerar las interacciones y relaciones entre todas las formas de vida.

Según la ONU, más del 75% de los ecosistemas terrestres han sido significativamente alterados por la actividad humana. Este dato no solo subraya la urgencia del cambio, sino también la responsabilidad que tenemos como diseñadores y ciudadanos de restaurar, fortalecer y proponer nuevas formas de coexistencia.

¿Cómo podemos contribuir desde el diseño?

  • Propiciando la interacción entre especies
  • Reduciendo las repercusiones y afectaciones negativas
  • Promoviendo acciones y políticas que ayuden a la integración

Porque, aunque habitamos el entorno inmediato como humanos, es en la expansión de nuestra mirada donde realmente habitamos el paisaje. Esto nos permite imaginar otros modos de vivir y convivir, ampliando nuestra percepción del lugar que compartimos.

Cada uno de nosotros puede ser un agente de cambio en este tejido multiespecie. Quizás el desafío radique en diseñar juntos un futuro más interconectado, donde todas las formas de vida encuentren un espacio para florecer.

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