EL LUGAR
En sus inicios, este casco de estancia estaba lejos de la ciudad. Hoy, con la expansión de Montevideo y el crecimiento de Pando, su ubicación la convierte en un refugio perfecto para escapadas de un día. El predio mantiene su esencia rural, con varias construcciones que siguen vinculadas a la ganadería y a las dinámicas de la vida en el campo.
EL PROYECTO
Los años y el movimiento del suelo dejan su marca: los muros de esta casa presentaban grandes fisuras y la estructura estaba en riesgo. Se identificaron los sectores más comprometidos y se tomó la decisión de demoler una parte, dando paso a una gran galería. Un gesto que no solo reforzó la estructura, sino que también permitió mejorar la iluminación y la ventilación de los espacios interiores. Más que una restauración, fue una adaptación. Los antiguos usos se transformaron para responder a las necesidades actuales, siempre con un propósito claro: dar a esta casa 90 años más de vida.